domingo, 11 de marzo de 2012

Trabajar con el nombre propio en preescolar

Trabajar con el nombre propio en preescolar

El nombre es parte esencial de la formación de la identidad de los niños y de que ellos existen. Es frecuente escuchar en los niños que al ver una palabra escrita dicen: “ésa letra la tiene mi nombre”, o cuando intentan escribirlo “esa palabra la lleva mi nombre”.

Si bien hay quienes al preguntarle cómo se llaman dicen su nombre en diminutivo, o mencionan un apodo, hay otros que al preguntarles mencionan su nombre con todo y apellidos, porque en casa así les enseñaron. Pero no por eso lo saben escribir. Es por ello que se propone trabajar diversas actividades a partir del nombre propio.

Los alumnos deben observar actividades de lecto-escritura y darles a conocer la importancia que esto tiene en su vida cotidiana. Con la intención de que se involucren en todas las actividades, pero sobre todo debe existir motivación por parte de la educadora y apoyo por parte de padres de familia.

La intención no sólo es que conozcan su nombre, sino que descubran las letras que lo forman, a través de la escucha, mediante la lectura o de forma escrita. Que poco a poco vayan identificando otras letras y otras palabras.

Hay actividades con el nombre que pueden trabajarse de manera cotidiana, desde el pase de lista, hasta la identificación de sus pertenencias o escribir su nombre en los trabajos.

A continuación se presentan algunas de las actividades que se pueden llevar a cabo para trabajar con el nombre propio:

ü  Éste es mi nombre.

Se trata de dar a conocer con una tarjeta, el nombre de todos los alumnos, pegarlos en el pizarrón y observar si hay alguien que identifique el suyo. Posteriormente explicar la importancia que tiene la identificación de su nombre para encontrar sus pertenencias

La maestra debe leer el nombre de cada uno e ir entregando la tarjeta a quien le pertenezca. Cuando todos tengan su tarjeta, deben remarcar con el dedo las letras y después intentar copiarlo en una hoja.

*Esta actividad se puede realizar a inicio del ciclo escolar e ir observando los avances que el niño vaya teniendo.


ü  Y tú, ¿có-mo-te-lla-mas?

Se inicia preguntando a un niño: ¿cómo te llamas? –Matías. –Ahora vamos a decirlo de una manera distinta, a ver… Y tú, ¿có-mo-te-lla-mas? (por cada sílaba una palmada).

El niño debe responder: Ma-ti-as.

Se continúa así con todos los niños.
ü  Elige tu tarea
Preparar con anticipación una lámina donde haya actividades como: limpiar mesas, recoger basura, repartir el material, barrer el salón, recoger el material, etc. Cada actividad debe tener una dibujo que la represente. Así mismo tiene que haber un espacio a un costado de la imagen donde se pueda colocar la tarjeta con el nombre del niño que va a realizar la tarea.
Se comienza eligiendo a algún niño y preguntarle: ¿qué tarea quieres realizar hoy? El niño coloca su tarjeta a un costado de la tarea que desea llevar a cabo. Se continúa así hasta que se hayan completado las tareas.
ü  Lotería con el nombre propio
Preparar tarjetas con el nombre de cada niño y tarjetas grandes con las letras del alfabeto (mayúsculas y minúsculas). Y tener a la mano fichas o algo para colocar arriba de cada letra.
Mostrar cada una de las tarjetas para que los niños vayan identificando su nombre. Cuando cada uno tenga la suya colocar por mesa o de manera individual las fichas para que las coloquen cuando pase una letra de su nombre. Comenzar a mostrar cada una de las letras del alfabeto, cuando algún niño complete su nombre, debe gritar ¡lotería!.
 
ü  Armo mi nombre
A cada niño se le va a entregar una hoja con su nombre, cada letra debe venir dentro de un cuadro para que las puedan recortar.
Entregar una hoja donde van a pegar las letras de su nombre, después de haberlas recortado. Se puede prestar la tarjeta con su nombre para que lo armen correctamente, si ya no saben escribir, quizá no va a ser necesario prestar la otra tarjeta.
Cada una de las actividades propuestas pueden ser adecuadas al grupo, según sus características. Lo importante es trabajar con el nombre propio y acercarlos a la lecto-escritura, ya que es una actividad reflexiva, intelectual, donde se organizan  ideas y se comunican con otros.